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ASOCIACIÓN CULTURAL FUENTE DEL SOL

EDAD CONTEMPORÁNEA

DEL VISO A LA HABANA: UN COMUNISTA EN EL EXILIO

DEL VISO A LA HABANA: UN COMUNISTA EN EL EXILIO

José Trigo Bernal nació en El Viso del Alcor en 1909, siendo rey de España Alfonso XIII, en la época de la Restauración.
Muy joven, ingresó en el Partido Comunista,organización política fundada el 15 de abril de 1920 por un sector de las Juventudes Socialistas. Tras la proclamación de la Segunda República, obtuvo una beca para estudiar Economía Política en la Unión Soviética, Una vez completados sus estudios y de nuevo en Sevilla, fue elegido Secretario de las Juventudes Comunistas. En enero de 1934, con 24 años, fue detenido en la capital hispalense, en la época del llamado Bienio Conservador de la República, tal como indica el siguiente artículo "Dijo que la policía había detenido a José Trigo Bernal, comunista, por haberle ocupado ciertas hojas clandestinas y cien ejemplares del periódico la Bandera Roja, y varios documentos del Comité central, relacionados con el frente único" (Orden de detención de elementos sospechosos en Sevilla por el Gobernador, ABC de Sevilla, miércoles 17 de enero de 1934. Edición de la mañana, página 30)
José Trigo siguió ascendiendo en su organización, ocupando el cargo de Secretario General del PCE en Sevilla.

Durante la Guerra Civil, estuvo a las órdenes del General Líster, llegando a alcanzar el grado de Comandante y perteneció al Servicio de Información Militar (SIM) Drante la contienda, conoció en la Oncena División del Quinto Regimiento, a Dolores Bustillo Remis, una asturiana, nueve años más joven que él, que desde muy joven se unió a las Juventudes Comunistas y que se había alistado como voluntaria, desempeñando funciones administrativas y de mecanógrafa. Poco después, tras un corto noviazgo, se casaron.La guerra los separó, reencontrándose de nuevo en Francia en febrero de 1939, tras pasar José Trigo por un campo de concentración. Allí nació la primera hija de ambos.

Posteriormente, los tres viajaron en diciembre de 1939 a la República Dominicana y en agosto de 1940 arribaron a La Habana, pero pocos días días después se trasladaron a la ciudad de Santiago de Cuba al ser nombrado José Trigo Delegado Provincial de la Casa de la Cultura en Oriente, donde permaneció hasta 1951. Durante ese tiempo organizó numerosos actos antifranquistas.

Una vez que regresaron a La Habana, Dolores Bustillo fue elegida Tesorera en las elecciones de la Unión de Mujeres Españolas, realizadas en marzo de 1952, cargo que desempeñó  hasta la desaparición de dicha entidad. En abril de 1962 resultó elegida Vicesecretaria de la Sección Femenina de la Sociedad de Amistad Cubano-Española (SACE), estando siempre muy unida al movimiento comunista español.

Tras la muerte del general Franco en noviembre de 1975 y el inico del proceso democratizador en España, por orientación del Partido Comunista de ese país fueron convocados sus militantes en Cuba a retornar a su patria par reiniciar la lucha política. Así lo hicieron, José y Dolores, pero su estancia en España fue corta, al no estar acostumbrados ya al frío ibérico, cayendo enfermo el primero de ellos, por lo que regresaron a la Isla.

Jose Trigo Bernal murió en La Habana en 1992, cumpliéndose este año el vigésimo aniversario de su muerte. Su mujer, en cambio, falleció el 19 de noviembre de 2007.

 

                                   Marco Antonio Campillo de los Santos.

 

 

 

 

EL SEVILLA FUTBOL CLUB, VISUEÑO DE CUNA

EL SEVILLA FUTBOL CLUB, VISUEÑO DE CUNA

EL SEVILLA FUTBOL CLUB, VISUEÑO DE CUNA

Por Aurelio Bonilla Jiménez

 

“Todos los hombres de cualquier nivel social, ideas religiosas, o políticas, tendrán cabida aquí”

 

Esta bella y -para su época- revolucionaria frase, con la que adornaba su discurso el primer Presidente del Sevilla, D. José Luis Gallegos Arnosa, sin saber que con el tiempo se convertiría en emblema del club, no la pronunció solo. En aquella cena en octubre de 1.905, con la que los primeros sevillistas festejaban la fundación oficial del club, al lado del presidente, y como segundo de a bordo de la nave sevillista, se encontraba aquel día, un visueño; un visueño, que fue fundador del Sevilla F.C.; que fue, además, su primer Secretario y Tesorero; y su casa de Sevilla, la casa de un visueño, fue la primera sede administrativa del club. Esto es real y son datos absolutamente contrastados a día de hoy, aunque resulte extraño que nadie en El Viso guarde recuerdo de ello. Y… yo no sé a ustedes, pero a mí este hecho me llena de orgullo, y les pido unos minutos para contarles como tuve conocimiento de esta noticia.

Les voy a hablar de aquel visueño que, además de fundador y directivo, fue seguro jugador del club al menos hasta su fundación oficial. De hecho, hoy se sabe, que uno de los motivos que obligó la conversión del equipo de futbol en club social legalizado, fue la persecución que sufría por las autoridades la práctica de aquel rarísimo juego que nadie conocía en Sevilla. Y que fueron los mismos jugadores, al estilo de un equipo de barrio,  los que fundaron el club y lo dirigieron en sus comienzos.

Hace meses, leyendo publicaciones sobre la historia del Sevilla, encontré un nombre que me llamó la atención: Manuel Jiménez León, al que se mencionaba como secretario-tesorero de aquella primera directiva fundadora del club. Se me ocurrió que bien podía tratarse de algún antiguo familiar mío, pues los hubo con idéntico nombre y apellidos; pero pensé que estos eran tan comunes, que la posibilidad era muy remota. Aun así, no dejé de dar vueltas al asunto y empecé a atar cabos en torno a la figura del visueño más conocido con ese nombre; del cual recordaba datos que me dio a conocer hace muchos años mi abuelo Aurelio, pues este señor era tío suyo. Se trata del  Manuel Jiménez León, insigne visueño, que construyó y donó al Viso el Cementerio de S. Francisco -el que aun hoy disfrutamos-; gesto que su pueblo le agradeció en vida mediante la rotulación de una calle con su nombre -la que también conocemos como calle “El Monte”-. Me contó mi abuelo, que este visueño, gran hombre de negocios, llegó a convertirse en una persona influyente en Sevilla, a donde trasladó finalmente su residencia, por llegar a ostentar el cargo de Presidente de la Diputación Provincial de la mano del Partido Liberal. Cayendo en que las fechas eran próximas, me invadió la curiosidad y me puse a investigar como pude. Empecé por el cementerio, pues los restos de M.J.L. reposan en la Capilla-Panteón que él mismo mandó construir para su familia. Comprobé que él murió en 1.906, y que, por lo tanto, vivía en el año de la fundación del Sevilla.

Pero la clave fundamental era, comprobar si aquella casa con el nº14 de la calle Teodosio de Sevilla, donde la historia documentada del club sitúa su primera secretaría, fue realmente propiedad o residencia de nuestro M.J.L. Y allí me dirigí, a la misma casa, propiedad hoy de un abogado sevillano cuya familia me confirmó que, efectivamente, ellos tenían noticia de que el inmueble había pertenecido a un antiguo presidente de la Diputación. Fue un momento emocionante, pues… ya no cabía ninguna cabía duda, se podía demostrar que aquel fundador del Sevilla F.C. era efectivamente nuestro paisano M.J.L.

Aún así, había una cosa que no me cuadraba. Los socios fundadores del club fueron los mismos jugadores, mayoritariamente jóvenes ingleses cuyas familias tenían intereses en Sevilla, y algunos sevillanos de familias pudientes que habían estudiado en Inglaterra donde conocieron este juego, que en Sevilla no solo no practicaba nadie, sino que, en sus primeros pasos, como ya dije antes, estuvo hasta perseguido por las autoridades por escandalizar a la conservadora sociedad Sevillana de la época, la visión de aquellos alocados jóvenes corriendo por los descampados en paños menores. Que pintaba entonces entre aquellos  chavales, un anciano de 84 años -que eran muchos años, para la época-, que incluso moriría en 1.906, un año después de la fundación del club. Pensé que eso era imposible y que tal vez podía tratarse de alguno de sus hijos, que también se apedillaban Jiménez León; pero ninguno de los siete que reposan en el cementerio del Viso se llamaba Manuel. Me puse a preguntar a todos las personas que podían guardar memoria de estos datos, e intenté relacionar cada una de las lapidas del panteón familiar. Pude encajar, que M.J.L. enviudó dos veces y se casó por tercera vez con la también visueña: Francisca León Ruiz, con quien tuvo tres hijos ya viviendo en Sevilla. De estos, solo un Alfonso nacido en 1.893 reposa en el cementerio visueño. Un posible hermano mayor que éste, coincidiría en edad con la que se calcula oficialmente a los fundadores -entre los quince y los veinticinco años-. Por otro lado, me resultaba lógico pensar que, con 64 años cumplidos y después de tener ya seis hijos, M.J.L. pudo pensar que ya no vendrían más y a este si le llamaba Manuel, como él.

Pero eso eran conjeturas, que, para más inri, ya no sabía yo como esclarecer, y sin más cabos a los que agarrarme, se me ocurrió contactar con aquellas personas que habían investigado sobre historia del club. Fue así como llegué a conocer al recientemente  fallecido, Agustín Rodriguez q.p.d., impulsor y director del Museo del Sevilla, espléndido historiador del club -por sus conocimientos de la historia del futbol en España, el Sevilla ha podido quedarse en propiedad la última copa del Rey-, gran sevillista, y por lo que he podido saber, mejor persona; así como a Juan Castro, también historiador y autor de varios libros sobre historia del Sevilla, que me atendieron con un interés y amabilidad encomiable. Colaborando con ellos a través de los datos que yo había recopilado, Agustín y Juan, mucho más hábiles por su experiencia en este tipo de trabajos, no tardaron en aclararme, a través de un censo de Sevilla de 1.904, que efectivamente vivían en aquella casa el matrimonio Manuel y Francisca, y tres hijos: Manuel, nacido en 1.885, Alfonso, de 1.893, y José M., de 1.901.

Demostrado quedaba que fue Manuel Jiménez León hijo, el auténtico fundador y primer secretario-tesorero del Sevilla .F.C.

Desde entonces hemos seguido investigando para conocer más sobre la trayectoria vital y posibles descendientes de Manuel, pero no se encuentra nada. De sus hermanos sí: Alfonso figura entre los fundadores del Club Náutico de Sevilla en 1913, e incluso aparece en una foto de la inauguración de ese club, junto a muchas caras conocidas de los primeros años del sevillismo, cosa normal porque el Náutico lo fundaron los mismos que al Sevilla. En esa foto se echa en falta a Manuel, que seguramente tenía allí a sus mejores amigos. Detalles como éste, unido a que no se encuentren más pistas de su existencia, y el hecho de que en la lápida de Alfonso figure la despedida de solo un hermano, incluso hace pensar que tal vez Manuel muriera joven y sin descendencia, puede que entre las fechas de las dos fundaciones citadas, 1.905 a 1.913. El club está en el propósito de seguir investigando, para lo que me tendrá siempre a su entera disposición.

Me gustaría añadir que, aunque el Sevilla se funda oficialmente el 14 de octubre de 1.905, cada vez se están encontrando más  evidencias, de que esa fecha fue en la que se oficializó o legalizó el club, posiblemente porque hasta esa fecha no tenían a nadie con mayoría de edad -25 años en la época- suficiente para inscribirlo y dirigirlo. También se hace cada día más evidente que,  nuestro Club, que nunca cambió de nombre ni de colores, es el mismo Sevilla F.C. que disputó ya en 1890, con ese nombre, el que se reconoce hoy -incluso por la Federación Española de fubol-, como primer partido de futbol entre clubes constituidos en España. Existen recortes de prensa de la época con la crónica del partido, que, por cierto, ganó aquel primitivo Sevilla F.C. por dos a cero al Huelva Recreation Club (el Recre de hoy). Y ¡ojo!, con mucho menos que esto han argumentado otros clubes españoles su fecha de fundación. Podríamos hablar de una fundación como mínimo de igual fecha a la de aquel partido, con lo que aquel Sevilla F.C. sería el segundo club más antiguo de España -el Recreativo se funda en 1.889, un año antes-; o del club de futbol Español más antiguo, si tenemos en cuenta que aquel Huelva Recreation Club (que se traduce: Club de Recreo de Huelva), era realmente un club de recreo, cuyo propósito estatutario era ofrecer entretenimiento a sus socios, ingleses en su mayoría, con la organización de excursiones y competiciones deportivas. Pero este es un tema muy polémico, que da para una buena charla en otro momento.

Para terminar mi intervención,  no me queda más que alentaros a sentir el mismo orgullo que yo siento hoy, por tener a un paisano en lo más alto de la historia del club de nuestros amores. Animaros a difundir esta noticia, porque esto hará más sevillista al Viso. Y… porque creo que M.J.L. hijo también merece, como tuvo su padre, el reconocimiento de su pueblo, o, al menos el de sus paisanos sevillistas, me voy a permitir rogar a la Peña, a las Peñas Sevillistas del Viso, la creación de una comisión que estudie un posible homenaje, y que ese homenaje comience ahora mismo con un fuerte aplauso a la memoria de Manuel Jiménez León hijo.

           

Fotografía: José Luis Gallegos, primer presidente el Sevilla F:C:

ARQUITECTURA Y URBANISMO EN MAIRENA DEL ALCOR EN LA TRANSICIÓN DE LOS SIGLOS XVIII AL XIX.

ARQUITECTURA Y URBANISMO EN MAIRENA DEL ALCOR EN LA TRANSICIÓN DE LOS SIGLOS XVIII AL XIX.

EL ÁREA GEOGRÁFICA.

Los Alcores son un promontorio de colinas situadas en el corazón del valle del Guadalquivir. Estamos ante una alineación de unos treinta kilómetros con unas delimitaciones muy claras: por el N.E, el Corbones; por el S.O ,el Guadaíra. Su anchura oscila entre los seis y siete kilómetros, aumentando su altura a medida que disminuye su anchura; de esta forma, tenemos un desnivel de doscientos cuarenta y ocho metros al N.E, en Carmona, y de cien metros en Alcalá de Guadaíra[1].

Esta alineación está formada por diecisiete colinas[2] atravesadas por una serie de pasos naturales llamados puertos que conectan las terrazas del Guadalquivir con una extensa y fértil llanura ( la Vega)[3] contenida en el triángulo Utrera, Osuna, Écija, cerrada al Sur por los macizos de las Sierras de Yeguas, Algámitas, Algodonales y Gibalbín[4].La configuración geológica del terreno es tripartita[5]:Al norte, las terrazas diluviales del Guadalquivir, de formación cuaternaria, al sur, la Vega, que es un terreno llano y sedimentario. Entre ambas, la cornisa del Alcor, de trazado diagonal (NE-SO), de origen marino, del terciario. 

ASPECTOS DEMOGRÁFICOS.

En vísperas de la revolución francesa la villa de Mairena contaba con unos 700 vecinos[6] , cantidad que Floridablanca nos traduce en 2.432 almas[7].Tres décadas después, en 1818, la villa contaba con 859 vecinos[8] que hacían un total de 2.886[9] almas. Estamos hablando de un incremento poblacional de un 22,7% que se reflejará en el crecimiento de la trama urbana de la villa. A pesar de este crecimiento hemos de hacer alusión a la epidemia de terciarias que sufrió la población en el verano de 1785 y en el invierno siguiente causando, entre los más pobres y desvalidos un total de 182 fallecimientos, de los cuales 106 correspondían a párvulos[10].Estos mismos parámetros hemos de aplicarlo a los primeros años del siglo XIX, de ahí que se hable de una crisis finisecular. Estamos en un período que se caracterizará por los continuos brotes de fiebre amarilla, por lo que la enfermedad supondrá una de las grandes lacras sociales del momento.

Los primeros síntomas del denominado vómito negro o fiebre amarilla aparecen en Europa en la ciudad de Cádiz en el año 1800[11].Será en el último trimestre del año cuando el Ayuntamiento mairenero comience a sentir honda preocupación por la enfermedad, hasta tal punto que va a poner en marcha tímidas normas higiénicas. Entre éstas hemos de destacar la limpieza de las calles y de las casas, la prohibición de arrojar aguas inmundas a la calle, etc.[12].Hemos tildado las medidas de tímidas porque no se hace alusión alguna al principal foco de infección de la población: el cementerio. Se trata del cementerio situado junto a la iglesia parroquial, entre las calles Real y Hondilla .

LA POBLACIÓN EN 1787. 

POBLACIÓN 1787

TASA DE NATALIDAD

TASA DE MORTALIDAD

TASA DE CRECIMIENTO VEGETATIVO

2.432 habitantes

40,29por mil

(98 nacimientos)

26,31 por mil

(64 defunciones)

13,98 por mil

1,398 por cien

LA TRAMA URBANA.

El plano de la villa- en este período- se desparramaba en dirección E-O, de forma paralela al Alcor, línea de fijación que impedirá su crecimiento hacia el sur. Este distribución E-O viene marcada por caminos que se convertirán en calles paralelas a la línea del escarpe del Alcor, es el caso del camino que llegaba desde El Viso al Alconchel (Camino de Zapata) y se dirigía a la plaza. El Alconchel se convertirá en un nudo de comunicaciones en el que convergen varios caminos como el que procedía de Marchena, además del ya mencionado de Zapata que perderá utilidad y será sustituido por el conocido como “la Trocha”. Así estos caminos con el tiempo darán paso a calles importantes, nos referimos al eje calle Ancha-Arrabal o Ancha-Mesones que permitirán, en ambos casos, la expansión de la trama urbana hacia el NO, buscando el viejo camino a Sevilla y, a lo largo del último tercio del siglo XVIII y de la primera mitad del XIX ,la carretera general Madrid-Cádiz, que se convertirá en el nuevo eje que vertebra la villa. Estamos ante un elemento de fijación que durante años actuará como una barrera que impedirá la expansión hacia el norte, de ahí que la villa busque su expansión hacia el oeste, entre la calle Gandul y la Carretera. De alguna manera, las vías principales anteriormente aludidas tienen como elemento común su convergencia en la plaza de la villa que se constituye en elemento centrífugo y centrípeto de la trama urbana. Estamos ante una plaza de planta regular, y de tamaño más pequeño que la actual donde encontrábamos tres edificios claves y representativos de la villa: la casa del Concejo o Ayuntamiento, la Cárcel y la ermita del Cristo de la Cárcel, sin olvidar que justo enfrente de la ermita, en la calle Mesones, junto al Ayuntamiento, se ubicaba el Posito Municipal. Lo que más nos llama la atención de la trama urbana de Mairena es la desaparición del que podemos considerar el barrio más antiguo de la villa: la Morería. El barrio hemos de situarlo entre el castillo y las traseras de la calle Real, ubicándose la entrada del mismo en las cercanías de la Casa-Palacio. Todavía en el último tercio del siglo XVIII encontramos referencias a la Morería, tal es el caso del Catastro de 1771[13], fecha en la que encontramos referencias a la existencia de casas en las espaldas del Palacio, algunas de ellas arruinadas e inhabitables”, dándose el caso de que parte del referido barrio se había convertido en tierra de labor. A pesar de todo este proceso de degradación el Catastro contabiliza dos vecinos residentes en la Morería. A comienzos del XIX, concretamente en 1802, encontramos que la callejuela de la Morería, que estaba junto a la casa palacio, estaba cerrada, es decir tapiada. No obstante dicho espacio carecía de funcionalidad pese a las reiteradas peticiones de distintos vecinos para edificar en dicho lugar. Tendremos que esperar a 1826, fecha en la que Juan Carmona presenta un memorial solicitando “se le conceda la callejuela de la Morería para labrar casa en ella” [14].

TABLA COMPARATIVA DE LAS CALLES EN LOS AÑOS 1787 Y 1816

CALLES EN 1787[15]

CALLES EN 1816[16]

Mesones, San Sebastián, Arrabal, Bernardo, Gandul, Naranjos, Cabras, Trianilla, Fuente Gorda-Estanquillo, Puerta de Sevilla, Real, del Arco, Hondilla, Ancha, , Coracha, Benajete,

Mesones, San Sebastián, Arrabal, Bernardo, Gandul, Naranjo, Cabras, Trianilla, Fuente Gorda, Estanquillo, Iglesia, Real, Alcocer, Hondilla, Ancha, del Arco y Coracha.

Todas estas calles van a tener un elemento común que las va a identificar: la suciedad. Estamos ante calles sucias por las que discurría el agua procedente de caños, las inmundicias, etc. A ello hemos de unir el hecho de la frecuencia de animales sueltos deambulando por las calles, hecho que va a obligar al Cabildo a tomar medidas encaminadas a mejorar la limpieza de las calles .El Cabildo, ante la falta de numerario, tomará la determinación de obligar a cada vecino a barrer y limpiar “ dentro de cuatro días” el trozo de calle que le correspondiese a la fachada de su casa. Además estaban obligados a sacar fuera de la población todas las inmundicias, medida complementada con la prohibición de dejar sueltos los animales, sobre todo cerdos, bajo multa que se emplearía en la financiación de obras públicas[17]. Esta misma situación se vuelve a repetir en 1821, lo que nos demuestra que las medidas no surtieron los efectos deseados[18].

Las calles dan cabida, además de a viviendas de particulares, a edificios y lugares que van a destacar por su importancia simbólica o funcional. Entre éstos podemos hacer mención a:

EL AYUNTAMIENTO.

Situado desde la segunda mitad del XVI, en la plaza pública, en parte del solar que ocupa el actual. Será a partir de estos momentos cuando comienza a cobrar importancia al tener una funcionalidad polivalente. Las primeras referencias directas que tenemos en las Actas Capitulares de la necesidad que había en la villa de unas casas de Cabildo datan del año 1555, fecha en la que se indica que en el plazo de dos años debía de hacerse la Casa de Cabildo y Cárcel[19]. Estamos ante una necesidad de vital importancia para la localidad, tanto desde el punto de vista edilicio, como desde el simbólico, pues al no existir tal edificio las reuniones se celebraban en una sala del Hospital de la villa[20], situado en el número uno de la calle de la Iglesia. Estamos ante un edificio que se situaba junto a la Iglesia parroquial. Lo cierto es que con anterioridad al 20 de abril de 1551 se especifica que las reuniones de Concejo se celebraban en la fortaleza[21], por lo que podemos presuponer que se hace referencia al castillo. El motivo por el que se dejan de celebrar las reuniones en la denominada fortaleza lo ignoramos, pero podemos presuponer que sería por encontrarse en malas condiciones de habitabilidad. Volviendo a la Casa de Cabildo hemos de decir que se trataba de un edificio que constaba de dos plantas. En la baja había unos soportales, a modo de logia, compuesta de tres arcos que servían de resguardo y de lugar de recepción de inmundicias[22] . En la primera planta o planta noble del edificio había balcones, pues el 24 de enero de 1820, cuando se ordena jurar la Constitución, se hace referencia a la invitación que se hace al pueblo “para dicha jura que se verificará el día de mañana( 25 de enero) a las diez de ella, en los balcones de esta sala capitular”[23]. Ante las reducidas dimensiones del edificio [24] se habla de la necesidad de construir una sala capitular para celebrar sus sesiones”[25]. Esta circunstancia hace que las reuniones de Cabildo se celebrasen en la inmediata ermita del Cristo de la Cárcel[26].

LA CÁRCEL.

Estamos ante otro de los edificios públicos de la villa, situada en la plaza, junto a la ermita del Cristo, en parte de lo que hoy es plaza de Antonio Mairena y entonces el número uno de la calle Ancha[27]. La antigüedad del recinto (cuya superficie era de 294 metros cuadrados[28]) es paralela a la de la Casa de Cabildo. Se trataba de un edificio que hacía esquina con la calle Ancha y en el que destacaba el calabozo con unas dimensiones muy reducidas:5,60 X 2,90[29].

EL CEMENTERIO.

El primer camposanto de Mairena estuvo situado junto a la iglesia parroquial y ocupaba un amplio solar situado entre las calles Iglesia y Hondilla. En un principio se trataba de un lugar destinado a “osario y entierro de pobres de misericordia” [30], dado que los más pudientes podían ser sepultados dentro del templo. Esta situación cambia a raíz del decreto dictado en 1787 por el Provisor y Vicario de Sevilla que prohibía tajantemente que se abrieran sepulturas ni bóvedas dentro del templo. Sin duda alguna esta determinación tan rotunda y tajante responde al hecho que no se obedecía totalmente la ley promulgada por Carlos III , circunstancia que obliga a la administración eclesiástica a cortar por lo sano[31]. Cuatro meses después en la visita de 1789 se hace referencia a que el cementerio está situado inmediato a la iglesia parroquial, esperándose que sea adecentado y aseado para que de esta manera “los vecinos depongan con el tiempo el horror que conservan a los enterramientos fuera de la Iglesia”[32]. Sin duda alguna esta situación estaba creando un gran malestar entre la población que consideraba el lugar indecente. Por otra parte se hace alusión al insoportable olor que había en la zona, sobre todo en verano[33].

EL HOSPITAL .

Las primeras referencias que tenemos de este establecimiento de carácter benéfico-sanitario data de mediados del siglo XVI, tal y como se detalla en las actas capitulares ,donde se manifiesta que ante la inexistencia de casa de Cabildo, el Concejo se reunía en una habitación del Hospital[34]. El referido establecimiento, según la visita pastoral de 1694, no es más que un lugar en el que se recogían los pobres pasajeros y también los pobres enfermos que estaba al cuidado de los Hermanos de la Cofradía del Corpus Christi, Nuestra Señora de la Antigua y San Bartolomé[35]. Este establecimiento, aunque arruinado por carecer de funcionalidad lo encontramos aún en el padrón del año

LAS CARNICERÍAS.

El primer matadero “moderno” que hubo en la villa se construyó en torno a 1814-15, pues sabemos que tras el traslado de las carnicerías y matadero de la confluencia de la calle Arrabal con Trianilla (Fuentes) a la plaza pública, el edificio se vendió y con el dinero se decidió la necesidad de construir un nuevo matadero “que deberá hacerse en el sitio de la Fuente Gorda en el pedazo de terreno que desde la casas de José Espinosa hay hasta la Huerta del Alunado, cuya construcción recomienda este Ayuntamiento” porque sería un matadero que utilizaría las derramas de la Fuente, cuya corriente se llevaría “las inmundicias y despojos de la citada oficina” [36].

EL POSITO.

El origen de los Positos es algo incierto, autores como Bernal remontan su origen al medievo y ve en ellos posibles reminiscencias musulmanas al denominárseles alhorles. Los Positos o almacén de cereales tenían como objetivo proporcionar trigo barato al pueblo en años de carestía. Es a finales del XV y comienzos del XVI cuando podemos documentar la aparición en Andalucía de estos establecimientos, es el caso del de Marchena en 1527[37]. Los Positos tenían la finalidad de proveer de trigo, que compraban en los meses de recolección, a bajo precio, para después ponerlo a la venta para su panificación en meses de precios altos y en épocas conflictivas. Esto hacía que actuasen como reguladores de los precios y como reserva de granos en épocas adversas. La primera reglamentación de los Positos data de la época de Felipe II; así el 15 de mayo de 1584 se establecen las finalidades que debían de tener estos establecimientos[38]:

- La del panadeo, que sería la principal.

- La de servir de “banco de granos” a los agricultores, que sería la función secundaria o excepcional.

El nacimiento del Posito de Mairena debe de ser paralelo al del nacimiento de la Casa de Cabildo, dado que ambos edificios estaban juntos y, al parecer, compartían paredes. Por otra parte tenemos el caso del de Marchena en 1527[39], o el de Carmona fundado en 1531 con la finalidad de paliar las graves crisis de subsistencia ocasionadas por malas cosechas” que ocasionaban desórdenes callejeros, enfermedades y mortandad[40].

EL RELOJ .

El reloj de la villa estaba ubicado, desde época incierta, en el campanario de la parroquia, tal y como lo encontramos en el año 1689, fecha en la que el cuidador se dirige al Cabildo solicitándole aceite para untar las ruedas” [41]. Desde esta fecha contabilizamos continuas referencias al mantenimiento de dicho “artefacto”. En este lugar lo encontramos a comienzos del XIX, pues en 1842 aún permanecía en dicho lugar, tal y como lo refieren las Actas Capitulares del referido año, fecha en la que se produce la visita del Jefe Político. Así al, al visitar la iglesia parroquial “mandó que se componga el reloj o se proporcione otro si su estado al que existe no admite composición” [42].Hemos de decir que el campanario, aún siendo el mismo que hoy podemos apreciar, hasta 1826 estaba recubierto de azulejos, pues tenemos constancia por una carta que Jorge Bonsor dirige al doctor Hillhouse, en relación a una partida de azulejos que había remitido a los Estados Unidos que veinticuatro de ellos procedencia de la torre de la iglesia que había sido tocada por un rayo ochenta años atrás (1826) con la circunstancia que “ todos los “azulejos” que la decoraban fueron arrancados del edificio y cayeron sobre el tejado de la iglesia”. Al parecer, dichos azulejos fueron depositados en el patio, y con el tiempo fueron desapareciendo[43].

LA FUENTE DEL ALCONCHEL.

Se trata de una fuente situada sobre una antigua vereda, en el lugar que en tiempos fue un descansadero de ganado[44].Las primeras referencias que tenemos de la fuente datan de mediados del siglo XVI, concretamente del año 1553, fecha en la que el Cabildo acuerda de haga un padrón de los vecinos de la villa para efectuar el repartimiento de los peones que eran necesarios para reparar la fuente del Alconchel[45] .La fuente y abrevadero, tal y como lo conocemos en la actualidad, data de la reforma que se proyectaron a finales de 1889, siendo Alcalde Lutgardo Retamino [46]. La fuente previa a las reformas de Retamino era una construcción más ruda y austera que la actual aunque el frontón y las pilastras nos recuerdan el lenguaje clasicista de finales del XVIII. Por otra parte, no estaban los ocho paños de verja que posee en la actualidad, y los lavaderos situados detrás de la fuente estaban dentro de un recinto cerrado en donde una puerta de madera servía de entrada y que estuvo haciendo sus funciones hasta que se retiró tras la reforma[47]). Por otra parte, el entorno no estaba urbanizado, sino que presentaba un aspecto rústico donde destacaban ocho moreras y una acacia. Casi todos estos árboles eran centenarios pues nos consta que se sembraron en las reformas llevadas a cabo en 1554. Estos árboles sustituyeron a otros que también eran centenarios[48].

LA FUENTE GORDA.

Estamos ante otra de las fuentes que surtían de agua a la villa y que alimentaban a una serie de molinos de época inmemorial. El manantial de esta fuente hemos de buscarlo en la denominada huerta Coquilla, camino del cementerio[49]. Unas de las primeras noticias que hacen referencia a la fuente datan del año 1674, fecha en la que el Cabildo acuerda “que el caño de la fuente gorda se baje más de media vara porque por su altura que tiene están en peligro dos casas de morada”. Es una forma de detener la corriente del caño, por lo que se acuerda que dos alarifes vean los daños y la forma que se le debe dar[50].

LA IGLESIA PARROQUIAL DE SANTA MARÍA DE LA ASUNCIÓN.

En el último tercio del siglo XVIII la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción presentaba un plano prácticamente idéntico al actual, pues la capilla mayor se había terminado en el verano de 1689, dado que en agosto del referido año se pagan 246 reales para el altar mayor[51]. Esta fecha adelanta la construcción de la capilla mayor un siglo respecto a la datación que hace el profesor Hernández Díaz[52]. Y aunque es cierto que en plano el edificio prácticamente el mismo, vamos a asistir en el último tercio de la centuria a una transformación interior que hará que el templo adquiera la fisonomía actual. Es en el año 1787, a raíz de los reparos que se quieren hacer en bóvedas, tejados y solería, cuando el maestro mayo de obras, Antonio de Figueroa , visita el templo y aprecia los reparos, tras varias visitas y rectificaciones, en 27.360 reales[53]. Sabemos que en septiembre las obras ya habían comenzado, por lo que el Santísimo se había trasladado a la ermita del Cristo de la Cárcel[54]. Aprovechando esta coyuntura, la Hermandad de la Veracruz plantea la necesidad de agrandar su capilla a la par que surge la necesidad de comunicar entre sí las capillas de la Encarnación, San Pedro y San José mediante arcos. Un año después el mismo Figueroa nos dirá que el templo se ha transformado por completo, de tal manera que parece “haber trasladado una Iglesia y puesto otra en su lugar según la diafanidad y desahogo con que se halla”, pues no se habían producido en los días festivos aglomeraciones, escándalos o bullicios dentro del templo. También nos dice que dado que la iglesia estaba muy oscura, sobre todo hacia la capilla mayor, se había decidido colocar sendas ventanas, una en la capilla de San Pedro y la otra en la de San José[55].

Así pues cuando el francés llegó a nuestra comarca, la iglesia de Mairena del Alcor tenía , desde el punto de vista arquitectónico el aspecto actual. También conocieron los franceses el denominado como “cuarto de ánimas” situado “colateral de la Iglesia Parroquial situado en la calle de la Iglesia”. Su existencia nos consta porque en la Restauración borbónica, nos aparece dicho establecimiento como uno de los colegios electorales, junto al de la Capilla del Santo Cristo de la Cárcel y de la que se denomina como capilla de San Sebastián[56].

Además de la parroquial la villa contaba con la Ermita del Cristo de la Cárcel y con la de San Sebastián dentro de la población. La de Santa Lucía, en las afueras, estaba ya arruinada en tiempos de la invasión, pues tenemos constancia que en el año 1789 dicho establecimiento estaba en ruinas, dado que cuando se da permiso para ejecutar las obras y reparaciones en la ermita de San Sebastián de El Viso se especifica que en dicha reparación aprovechará V.m y con su mira los materiales que recogió de la ermita de Santa Lucía”[57].

LA SACRALIZACIÓN DEL ESPACIO URBANO: LA SEMANA SANTA.

En la trama urbana a la que antes hemos hecho referencia hemos hecho referencia a los templos de la localidad. En 1771 había en Mairena las siguientes Hermandades y Cofradías, según consta en la relación de Hermandades, cofradías, congregaciones y órdenes terceras existentes en el Arzobispado de Sevilla[58]:

LOCALIDAD

HERMANDADES

COFRADÍAS

CONGREGACIONES

ORDEN 3ª

TOTAL

SEVILLA

186

28

26

9

249

A. DE GUADAÍRA

3

13

2

2

20

MAIRENA

0

9

0

0

9

EL VISO

3

3

0

0

6

En 1783 el Consejo de Castilla prohibió la fundación de hermandades sin licencia real, de ahí que dispuso el traslado de las hermandades sacramentales a las respectivas parroquias y se ordenó a las ya existentes la formación de nuevos estatutos. Desde este momento quedaban sometidas a la jurisdicción ordinaria, como ya lo estaba a la eclesiástica desde 1604[59].Tenemos constancia que en junio de 1780 el Asistente de Sevilla mandó que los Hermanos Mayores de las Cofradías y Hermandades de la villa certificasen los bienes que poseían. Así se les manda notificación a[60] :La Hermandad de la entrada en Jerusalén, La Hermandad de la Humildad, la del Santísimo Sacramento y San Bartolomé Apóstol, la de Nuestra Señora del Rosario, la Hermandad de San Pedro, la de Ánimas, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la del Santo Cristo de la Veracruz y la del Niño Jesús. No nos consta para esta fecha la Hermandad del Cristo de la Cárcel ni la de los Remedios que sabemos que existían, pero que en estos momentos pasarían graves apuros, pues sabemos que en el año 1793 solicitó protección al Vicario y Provisor General, dado que había desavenencias con el Vicario de la Villa por lo que el año anterior no hubo procesión de la imagen por las calles de la villa a pesar de estar la ermita de San Sebastián preparada hecho el convite al Predicador, convocado el Pueblo, y la Santa Imagen en su paso para la Procesión”[61]. Por las Reglas de la Hermandad sabemos que la fiesta de la Virgen es el 17 de septiembre y se dice que debía de ser con procesión desde la ermita de San Sebastián “patrono de esta villa hasta la Plaza de ella y ha de volver por el Arrabal”[62].Volviendo a las procesiones de Semana Santa, a finales del siglo XVIII el Corregidor de la villa puso de manifiesto la corruptela o abuso que había en esta villa de las comidas y cenas que se acostumbraban hacer en los días de Semana Santa los Cofrades de las Hermandades , de que se originan embriagueces , escándalos y alborotos redundando todo en ofensa de la divina Majestad, especialmente en estos días en que todos deben concurrir al templo a pedir a Dios Misericordia, y en menosprecio de las Reales órdenes expedidas a su prohibición y a la mayor composición de los vasallos de su Majestad en memoria de la Pasión y Muerte de Nuestro Redentor Jesucristo, de lo que enterado este Ayuntamiento acordó se prohíba absolutamente para el presente tiempo y para los futuros semejante abuso y corruptela castigándose seriamente a todos los Mayordomos de Hermandades, a sus hermanos pedidores y demás personas, que practiquen y se junten en las Semanas Santas con inclusión del Domingo de Ramos a tales convites y comilonas “ poniéndose de manifiesto que aquellos que incumplan este acuerdo deberían de pagar una multa de 20 ducados[63]. Estas críticas van en consonancia con la Real Cédula de 1780 manda “que en ninguna iglesia de estos reinos, sea Catedral, Parroquial o Regular, haya en adelante danzas, ni Gigantones, sino que cese del todo esta práctica de las Procesiones, y demás funciones Eclesiásticas, como poco conveniente a la gravedad, y decoro que en ellas se requiere” [64].

SIGLAS:

AMMA (ARCHIVO MUNICIPAL DE MAIRENA DEL ALCOR).

AGAS(ARCHIVO GENERAL DEL ARZOBISPADO DE SEVILLA).

AC(ACTAS CAPITULARES)

JOSÉ ÁNGEL CAMPILLO DE LOS SANTOS



[1] HERNÁNDEZ DÍAZ, J. ; (et.al): Catálogo arquelógico histórico y artístico de la Provincia de Sevilla. T. II, Sevilla, 1943, pág. 65. 

[2] AA.VV:El agua en los Alcores: El Viso del Alcor. El Viso del Alcor, 1996; pág. 2.

[3] BONSOR SAINT MARTÍN, Jorge: Las colonias agrícolas prerromanas del valle del Guadalquivir. Estudio preliminar de Jorge Maier. Sevilla, 1997; pág. XXVI.

[4] HERNÁNDEZ DÍAZ,J. (et al) : Catálogo Arqueológico histórico y Artístico de la Provincia de Sevilla. Op. Cit. T.I, pág. 17.

[5] AMORES CARRENDANO, Fernando: Carta arqueológica de los Alcores (Sevilla). Sevilla, 1982; pág. 48.

[6] AGAS, JUSTICIA, Ordinarios, legajo 10.556.

[7] Censo de 1787 “Floridablanca”.

[8] AMMA, Padrones y Censos, legajo 108.

[9] AMMA, legajo 44.

[10] AMMA, libro 119.

[11] ROMERO DE SOLÍS, Pedro: La población española…Op. Cit.; pág. 10.

[12] AMMA, AC. Legajo 14.

[13] AMMA, Catastros, legajo 144.

[14] AMMA, AC, legajo 15. 

[15] AGAS, Administración General. Padrones. 1787.

[16] AMMA, legajo 108.

[17] AMMA, AC, libro 12 

[18] AMMA, AC, legajo 15

[19] AMMA, AC, libro 4.

[20] AMMA, AC, libro 5.

[21] AMMA, AC, libro 5.

[22] AMMA, AC, libro 35

[23] AMMA, AC, Legajo 15

[24] MADOZ,Pascual: Diccionario Geográfico-estadístico. Sevilla. Edición facsímil. Sevilla, 1986; Pág 106-107.

[25] AMMA, AC, legajo 17. 

[26] AMMA, DISPOSICONES, legajo 37.

[27] AMMA, Padrones y Censos, legajo 113

[28] AMMA, AC, libro 45.

[29] AMMA, AC, libro 45.

[30] AMMA, AC, legajo 13.

[31] AMMA, AC, libro 15. 

[32] AGAS, GOBIERNO, Visitas, legajo 5156.

[33] AGAS, GOBIERNO, Visitas, legajo 05231.

[34] AMMA, AC.20 de abril de 1551.

[35] AGAS, GOBIERNO,Visitas,legajo 5166.  

[36] AMMA, AC, legajo 14.

[37] AA.VV: Pósitos,Cillas y Tercias. Sevilla, 1991; pág.34 a 53.

[38] AA.VV: Pósitos,Cillas yOp. Cit.; págs.54 a 57.

BOHORQUEZ JIMÉNEZ, Domingo: El Ducado de Medina Sidonia …; pág. 328.

[39] AA.VV: Pósitos,Cillas y Tercias. Sevilla, 1991; pág.34 a 53.

[40] CRUZ VILLALÓN, Josefina: “Del Antiguo Régimen a la Modernidad”. Carmona, Historia, cultura y espiritualidad. Sevilla, 1992; pág. 127.

[41] AMMA, AC, legajo 4.

[42] AMMA, AC, legajo 17.

[43] AGA, Colección Bonsor, legajo 8.

[44] CANTERO,Pedro A.: Arquitectura del agua. Fuentes públicas de la provincia de Sevilla. Sevilla, 1995; pág. 81.

[45] AMMA, AC, libro 5,5 de junio de 1553.

[46] AMMA, AC, libro 46.

[47] AMMA, AC, libro 43.

[48] AMMA, AC, libro 5.

[49] CANTERO,Pedro A.: Arquitectura del agua…Op. Cit.; pág. 83.

[50] AMMA, AC, legajo 3.

[51] AGAS,JUSTICIA, Ordinarios, legajo 11.348..

[52] HERNÁNDEZ DÍAZ, J et al: Objetos de culto saqueados y destruidos por los marxistas. Págs 146

[53] AGAS, JUSTICIA, Ordinarios, legajo 10.556.

[54] AGAS, JUSTICIA, Ordinarios, legajo 10.556.

[55] AGAS, JUSTICIA, Ordinarios, legajo 10.556.

[56] AMMA, AC, libro 36.

[57] AGAS, GOBIERNO, Ermitas, legajo 5.295.

[58] MIRA CABALLOS, Esteban: “Hermandades y cofradías de la Archidiócesis de Sevilla a través de los censos de 1771”.Archivo hispalense nº 250. Sevilla, 1999; págs. 68-72.

[59] DOMÍNGUEZ ORTIZ, Antonio y AGUILAR PIÑAL, Francisco: Historia de Sevilla. El Barroco y la ilustración. Sevilla, 1976; pág. 229.GAMERO ROJAS, Mercedes: El mercado de la tierra en Sevilla. Siglo XVIII. Sevilla, 1993; págs. 271-272.

[60] AMMA, DISPOSICONES, libro 117.

[61] AGAS, JUSTICIA, Hermandades, legajo 9.885.

[62] AGAS, JUSTICIA, Hermandades, legajo 9.885.  

[63] AMMA, AC, libro 15.

[64] AMMA, DISPOSICIONES, libro 117.

MANUEL CERQUERA BECERRA EN CLAVE DE GUBIAS

MANUEL CERQUERA BECERRA EN CLAVE DE GUBIAS

EXPERIENCIA VITAL.

“Tenía Cerquera un gusto exquisito y, era además, un dibujante excepcional. De sus manos han salido obras maestras. He visto allí admirables muestras de su arte para pasos y retablos, inefables esculturas de Vírgenes y Crucificados impresionantes (…) Cerquera era, además, artista en toda la extensión de la palabra. En el taller del Muro de los Navarros siempre había flores. El aroma intenso de los claveles predominaba sobre los ingredientes del oficio. Su afición a la música no era sólo como devoto oyente, sino que se manifestaba también como ejecutante en el piano. Pintaba con la perfección que da el dominio del dibujo, pero también el sentimiento y la pasión por la belleza” (Evocación de Manuel Cerquera, por Agustín Iglesias, ABC. Viernes 24 de Diciembre de 1971, pág. 85)

 

El presente artículo pretende esbozar, dar ligeras pinceladas, sobre el autor de la imagen de Santa María del Alcor, pinceladas que esperamos queden plasmadas, a posteriori en algo más sólido que, de alguna manera, nos permita elaborar una verdadera radiografía sobre el insigne imaginero.

Manuel Cerquera Becerra nació en Alcalá de los panaderos, la villa del Guadaíra, allá por el año de 1906, en los comienzos del reinado de Alfonso XIII (1902-1931). En esos años la mayor parte de la población de la villa se dedicaba a la elaboración del pan y a  trabajos agropecuarios.

Junto a sus padres y hermanos se trasladó a edad temprana a la ciudad hispalense. El futuro escultor era sobrino del canónigo de la catedral y párroco de la Rinconada, don Antonio Cerquera, gran aficionado a la música. Esta afición la transmitió a Manuel, que estudió piano en el conservatorio de Sevilla, y esporádicamente tocaba el órgano de la catedral.

Manuel Cerquera pertenecía a una familia dedicada a la panadería y a la carpintería, por lo que pronto su familia empezó a vislumbrar sus dotes artísticas en la talla de la madera. Debido a dicha circunstancia, sus padres lo introdujeron como aprendiz en el taller del afamado escultor cacereño Enrique Pérez Comendador (1900-1981). Su aprendizaje artístico se va acrecentando con los años, convirtiéndose en un discípulo aventajado. Posteriormente, el joven Cerquera se independizará, abriendo su propio taller en la calle Muro de los Navarros, 27, en el corazón de la ciudad.

Contrajo matrimonio con Ángeles González de la Llera (1906-1992); de esta unión nacieron Manuel, Ángeles, Dolores, Miguel Ángel, Antonio e Isabel, de los cuales a excepción de Manuel, viven todos en la actualidad. Residió en la calle Ardilla, 1 (que no 5 como especifica su esquela), a la vera de la Cava de los Gitanos del barrio de Triana.

Sus hijos, a los cuales agradecemos profundamente su atención, nos han facilitado algunos datos y fotografías de la vida y obra de su padre. El insigne imaginero fue hermano de la hermandad de los Panaderos, gran aficionado a la música, a la pintura (realizaba cuadros para familiares y amigos), a la ebanistería (construía magníficos muebles de caoba) o al fútbol (jugaba partidillos con los amigos y era socio del Sevilla F.C.)

Manuel Cerquera falleció el día 6 de diciembre de 1971, a los 65 años de edad (aunque en la esquela mortuoria aparece como de 75 años), celebrándose el sepelio en la catedral de Triana, la Iglesia de Santa Ana, y siendo enterrado en el Cementerio de San Fernando.

 

LAS DOS EDADES DE PLATA.

Si a finales de los años 20, concretamente en 1927 surgió en la ciudad del Baetis una nueva generación de poetas y literatos, nos referimos, claro está, a la generación del 27, donde se produjo un resurgir de nuestra literatura, podemos afirmar que ocurre algo similar en torno a finales de los años treinta, en este caso con la imaginería, tal vez como consecuencia de los trágicos acontecimientos acaecidos entre 1936-39. En este contexto de crisis surgirá un grupo de poetas de la gubia que de alguna manera, unas veces mejor que otras,  van a intentar completar el vacío de imágenes que se va a producir a raíz de las quemas de iglesias y conventos. Entre este elenco de artistas hemos de hacer mención al que ha sido calificado el Martínez Montañés del siglo XX, don Antonio Castillo Lastrucci, insigne y prolífico imaginero que bebiendo de los cánones más clásicos de la imaginería barroca sevillana supo renovarla y llevarla a extremos que podemos calificar como sublimes. Además del insigne maestro tenemos otro grupo de artistas, tal vez menos conocidos, pero que también aportaron su granito de arena, es el caso del también alcalareño Manuel Pineda Calderón (1906-1974), Carlos Bravo Nogales (1915-1985), los carmonenses Francisco Buiza Fernández (1922-1983) y Antonio Eslava Rubio (1909-1983), Antonio Illanes Rodríguez (1903-1976), Agustín Sánchez-Cid Agüero (1886-1955) o el maestro que nos ocupa, Manuel Cerquera Becerra.

 

OBRAS DEL MAESTRO.

Las obras de Manuel Cerquera son numerosas y de gran valía, aunque ni en vida ni en la actualidad han recibido el reconocimiento que sin duda merecen. Cerquera era un artista completo, pues él mismo doraba, estofaba y esculpía sus figuras. Fue un imaginero y tallista muy activo entre los años 30 y 60 del pasado siglo, recibiendo influencias en sus obras del ilustre escultor barroco, Juan de Mesa.

Entre sus obras, podemos destacar las siguientes:

  • Cristo de la Salvación, titular de la Hermandad de la Soledad de san Buenaventura de Sevilla (1936). Esta imagen se agregó como titular en 1960.
  • Santísima Virgen de la Soledad de Mairena del Alcor (1938).
  • Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima de la Soledad y Cristo Yacente de Fernán Núñez  (Córdoba) También realiza los Pasos  de estilo Barroco (1943).
  • La Cruz de Jesús Nazareno, El Sagrado Corazón de Jesús (1959), La Virgen del Rosario y el diseño del Arco del Postigo, todos ellos en la ciudad gaditana de Rota (Cádiz).
  • Restaura a Nuestro Padre Jesús Nazareno de Olivares y el Cristo de la Buena Muerte de Ayamonte (Huelva)
  • Cristo de la Vera Cruz y Cristo Yacente (1948) de Villalba del Alcor (Huelva)
  • Paso de Misterio en estilo barroco sevillano (1951) de Jesús Cautivo de Dos Hermanas, figura esculpida en 1939 por Antonio Illanes Rodríguez.
  • El Paso de Cristo de la Hermandad de la Vera Cruz de Dos Hermanas.
  • Retablo Mayor de la Parroquia de Jabugo (1959-1960)
  • Respiraderos del Paso de Misterio de la Cofradía sevillana de San Roque.
  • Respiraderos del paso de Nuestro Padre Jesús de las Penas (1963) de Sevilla.
  • El Crucificado en la parroquia sevillana de Corpus Christi.
  • El dibujo y diseño del Paso de La Lanzada de Sevilla (la confección definitiva fue realizada por Antonio Martín)
  • El Trono de la Virgen de Valme.
  • Diseña el Retablo del Sagrado Corazón de Jesús de la Capilla de la Catedral hispalense, sin embargo, la obra definitiva fue realizada por otro escultor.

 

OBRA INSIGNE: SANTA MARÍA DEL ALCOR CORONADA, PATRONA DE EL VISO DEL ALCOR

A lo largo de los últimos veinte años se han escrito diversos artículos en distintas revistas locales que de, alguna manera, nos han hecho conocer datos referentes a  Santa María del Alcor Coronada, que en este año de 2009 ha cumplido los setenta años entre los visueños.

La nueva imagen de la Patrona sustituye a una pequeña Virgen de estilo gótico, datada a finales del siglo XV, la cual desapareció pasto de las llamas en 1936.

El día 3 de enero de 1938, según Domitilo Jiménez, se firmó el contrato con el imaginero Manuel Cerquera. La imagen es de talla completa en madera de Flandes, dorada en oro fino, policromada, y en actitud sedente con el Niño Jesús en su falda en el lado izquierdo, siendo su coste de 2850 pesetas. La nueva imagen fue costeada por el Ayuntamiento de El Viso, siendo Alcalde don Jesús León Sánchez, a petición de la Junta Reconstructora de la Parroquia.

 

La imagen fue traída de incógnito a El Viso a la antigua fábrica de luz, siendo colocada en unas andas para su traslado a la Parroquia. El sábado 26 de agosto de 1939, a las seis de la tarde, fue bendecida y, acto seguido, fue llevada en una multitudinaria procesión por las calles de nuestro pueblo.

 

REINA DEL CIELO Y DE LA TIERRA.

Hace cinco años, tras un largo proceso iniciado por la Hermandad de Santa María del Alcor y de San Pedro Nolasco, la insigne Mater en Magestad, arropada por el pueblo, al igual que ocurriera el 26 de agosto de 1939 la excelsa imagen  fue llevada en volandas desde la capilla del Rosario hasta el Parque de la Constitución, donde, tras una solemne misa fue coronada canónicamente por el Cardenal Arzobispo de la Archidiócesis de Sevilla, Monseñor  Don Carlos Amigo Vallejo. Fue este un momento sublime en el que las manos del Señor Arzobispo, tal como palomas inspiradas por el Espíritu Santo posaron sobre las  sienes de la bendita imagen la magnífica corona, la corona de la reconciliación que tan magníficamente diseñó otro artista, nos referimos a Ricardo Jiménez Palacios que supo transmitir, con gran sensibilidad y acierto, además de conjugar de forma equilibrada, lo nuevo y lo viejo, consiguiendo así un magnífico resultado  creando una  verdadera obra de arte para la reina de los Alcores.

 

DOCUMENTACIÓN:

-         Hemeroteca diario ABC.

-         Entrevista a familiares de don Manuel Cerquera Becerra.

-         Revista nº 1 de Amigos de El Viso, año 1989.

-         Revista de las Fiestas patronales en Honor a Santa María del Alcor, año 2007.

-         Distintas páginas web.

 

 

Autores: Marco Antonio Campillo, José Ángel Campillo, Vidal Prieto, Francisco Javier Urbano y Blas Jiménez (Asociación Cultural Fuente del Sol) y Miguel Ángel Crespo (Hermandad de Santa Mª del Alcor Coronada).