VISITA DE ESTUDIO A LA TABLÁ
BREVE CRÓNICA DE UNA INTERESANTE VISITA A “LA TABLÁ”
José Luis Yuste Morales de la A.C. “FUENTE DEL SOL”
EL VISO DEL ALCOR
Sábado, 27 de marzo de 2.010
17:30 h.
El estado atmosférico
Se presentó este sábado de pasión con un sol espléndido, una temperatura bastante agradable
y un ambiente más que propicio para pasear y para salir al campo.
Lo que en un principio podía ser motivo para caminar con mucha precaución debido a las intensas lluvias de meses atrás, el terreno no presentaba dificultad alguna para la práctica del senderismo, cuestión que facilitó nuestro desplazamiento por el espacio a recorrer.
Servidas estas magníficas condiciones, todo estaba dispuesto para disfrutar de la tarde como buenos fuentesoleños.
La fuente del Sol
Citados en la Piedra del Gallo, sobre las 17:00 h., el grupo de “trabajo”, compuesto por 11 personas, se dispuso a comenzar, unos 15 minutos más tarde, la caminata que pretendíamos hacer: la exploración superficial del recinto-yacimiento de La Tablada.
Previamente se nos habían proporcionado unas magníficas fotografías aéreas, de 1.956, de la Tablada, incluyendo la Tablada baja –hoy real de la feria visueña y barriada de la localidad- En ellas habíamos podido observar, gracias a la delimitación que nos hizo Paco, lo que posiblemente ocuparía la ciudad ibérica y, donde además, destacaban la posible entrada al recinto y una posible zona cercada en la parte más alta de la meseta.
Lo primero que se hizo fue pasar por la Fuente del Sol, fuente y abrevadero que ha sufrido recientemente agresiones vandálicas y que, por ello, ha sido motivo de rehabilitación, aunque ésta siempre cause discrepancias, en cuanto a materiales, interpretaciones, etc. Después de bastantes años pobres de agua, en estos momentos no nos podemos quejar por su aporte hídrico. Esta fuente forma parte del rico conjunto de rompientes del acuífero cuando éste se aproxima al escarpe del alcor. Debió ser lugar de encuentro de seres humanos en torno a rituales mágicos relacionados con el sol en épocas remotas, así como hito importante de paso en los desplazamientos de caballerías y trasiego de mercancías por el escarpe. Allí la foto de rigor y continuación, en escarpada subida, hasta la Tablá, objetivo de nuestro encuentro.
La Tablada: primeras impresiones y localizaciones
En el ánimo de todos figuraban varias cuestiones: establecer el perímetro de la ciudad, observar sus defensas, detectar su entrada principal y sus posibles entradas-salidas secundarias, calcular su relación con otros asentamientos humanos protohistóricos de la comarca, ver restos en superficie, etc.
Pero lo que nos invadió a todos fue la sensación de amplitud, de inmensidad y de paisaje que sentíamos en aquel paraje tan singular. Esa inmensidad se hacía aún mayor en la medida que nos acercábamos el escarpe, para, desde alli, disfrutar la llanura de la vega, en dirección SE-SO, con sus mágicos colores y surcos fluviales y, sin lugar a dudas, los dibujos de los surcos de los tractores en el terreno.
Este promontorio, de incalculable valor estratégico, pudo ser un poblado base de los que se localizaban en los Alcores –Gandúl, Carmona, Alcaudete- casi todos equidistantes entre sí y muy relacionados culturalmente. Se encuentra aislado sobre el alcor y desde el actual vértice geodésico hay una visión estratégica, en sentido E-O, de los asentamientos humanos más próximos, lo que nos dice que ese fue lugar preeminente de la ciudad.
Nuestra primera observación la hacemos en lo que pudo ser la entrada al recinto fortificado, un amplio espacio en rampa, con grandes losas de calcarenita, de unos 11,5 m de anchura, flanqueado por dos elevaciones del terreno, a modo de bastiones defensivos. Su orientación hacia el N nos habla de una muy posible conexión con el camino o ruta del escarpe que seguramente existió y que unía a todos los poblamientos alcoreños.
Los flancos de esta entrada están ocupados por los restos de una muralla de unos 2,20 m de espesor, lo que nos indica una clara delimitación del espacio, “intra y “extra” muros. Este muro se afirmaba como defensa, aún más, por la fuerte pendiente del terreno.
Curiosamente la imaginaria línea central de esta entrada forma un eje simétrico con el punto más alto del poblado, actualmente el vértice geodésico del Instituto Geográfico y Catastral, lugar de ubicación de una posible acrópolis o santuario o lugar mágico de culto.
La continuidad de la muralla se hace patente en ambas direcciones, E y O, ratificando una fortificación que en los primeros estudios realizados no se conocía.
Nuestros pasos hacia la cota de La Tablada
Después de situarnos a la entrada a la ciudad y detectar los restos de la muralla, dirigimos nuestra mirada y nuestros pasos hacia el vértice geodésico. No podemos dejar de observar la cantidad de restos en superficie, restos que se corresponden con trozos de ánforas púnicas o ibéricas, restos de cerámica decorada con engobes rojos o fragmentos de piezas de cuarcitas, además de restos de granitos de posibles molinos de mano y fragmentos de cerámica gris-blanca, posiblemente de cuencos para la actividad doméstica. Esto además de trozos de cerámica romana, lo que nos indica poblamiento o paso de culturas bien diferentes en épocas y costumbres.
Al llegar al vértice podemos comprobar que su situación es estratégica: desde él se divisan hacia el NE el Calvario, el raso del Chiroli, la Alunada y el Balcón de los Alcores, y hacia el SO el promontorio que encumbra Sta. Lucía y, a lo lejos, el Toruño y Gandul. No es, por tanto, un lugar casual ni lo que allí pudo existir tampoco. Desde luego sí es zona preeminente.
Volviendo a la fotografía aérea que nos envió Paco, parece identificarse en ella, de forma leve, una posible construcción en torno al punto en el que nos encontramos, lo que nos puede dar pistas para pensar en lo “especial” del lugar, no sólo desde el punto de vista defensivo, sino, además, desde otras ópticas: religiosas, mágicas, rituales, etc.
Rematando la visita, comprobando cuestiones
Seguimos ascendiendo hasta llegar a la cornisa. Armando nos indica los restos de una construcción muy similar a un muro, en zona muy escarpada. Procedimos a su medición, y volvió a repetirse: 2,20 m. ¡ qué casualidad! ¿Podría ser puerta de entrada o salida del poblado? ¿Se podría tratar de vía de escape de sus pobladores en caso de invasión?
En esta cornisa divisamos la profundidad del paisaje: los colores de sus tierras, la diversa vegetación, los surcos fluviales que se derraman desde el escarpe hasta la vega, la grandiosidad de su magia y, cómo no, el poder y dominio que desde ella se tiene.
Caminando en sentido O descendemos suavemente hasta llegar al muro occidental de la posible ciudad. Allí, a modo de “sillarejo” formado por trozos de roca calcarenita, bien acoplados entre sí y con tierra y restos cerámicos cubriendo huecos y apelmazando la construcción, comprobamos de nuevo la defensa del poblado.
Fotos y análisis de restos nos entretienen para casi concluir nuestro recorrido, evidentemente patrimonial, y que nos lleva a pensar que estamos ante un espacio rico en valores históricos y aún por determinar, aunque podemos casi decir que estas 9 ha. de extensión ya fueron pobladas en el III y II milenios a.n.e. lo que nos da idea de una antigüedad de más de 5.000 años y una datación en la Edad del Cobre.
Concluyendo
Terminamos el recorrido volviendo hasta la entrada a la ciudad, conversando sobre todo lo observado, dando nuestras atrevidas opiniones acerca de este yacimiento y su importancia en la línea de Los Alcores y de la necesidad de una intervención arqueológica seria y efectiva que de a conocer lo que tenemos e incidiendo en los fines de nuestra asociación: preocupación, defensa y puesta en valor de los bienes patrimoniales de El Viso del Alcor.
Con una buena copita y en el ocaso del día se culminó la primera de las actividades programadas en la última asamblea de febrero-2.010.
-José Luis Yuste Morales, de la A.C. “Fuente del Sol”-
El Viso del Alcor, 27 de marzo de 2.010
Fotos en galería de Imágenes 1 (Carpeta tablá y Fuente del Sol)
http://www.flickr.com/photos/fuentedelsol
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