PASEO POR LA HISTORIA
Sobre las 9:30 del domingo me puse en marcha, cogí mi cámara de fotos y me dispuse a disfrutar de un paseo por los parajes con más riqueza arqueológica de nuestro pueblo, el tiempo, la motivación, la curiosidad e incluso la incertidumbre de lo que me podía deparar me invitaban y empujaban hacia ello. Comencé mi excursión en el matadero y desde el mismo momento que me baje del coche ya divisé uno de mis objetivos: " la Tablá",si nuestros estudios eran cierto , y aquel terreno elevado sirvió de asentamiento de un poblado , tendría que ser gigantesco y majestuoso, me deje llevar por mi imaginación y si también estábamos en lo cierto sobre la medición de las supuesta murallas 2.20 de ancho , pues de alto tendría que tener entre 3 y 4 metros mínimos, lo que la haría una fortaleza prácticamente inexpugnable , así que decidí dejar lo mejor para el final como en toda buena aventura que se aprecie y empezar por los recientes hallazgos que tuvo conocimiento mi asociación.
Después de atravesar el olivar medio abandonado que nuestro admirado profesor Amores Carredano había catalogado como zona de interés arqueológico por los restos encontrados de una supuesta villa romana, en la cual era evidente la cantidad de restos ladrillos y materiales de construcción, ¿romanas? porque no a mí personalmente me lo parecía, me dirigí hacia el yacimiento, tome las primeras fotos desde arriba, restos amontonados de ladrillo abajo, en dos montones curiosamente, luego fotografié desde arriba nuestro des cubrimiento con síntomas evidentes de que la mano del hombre había pasado por allí antes que nosotros para sacar a la luz los restos allí enterrados hasta hace poco, me encaminé hacia una pequeña pendiente por donde días antes un grupo de expedición compuesto por miembros de mi asociación y yo mismo habíamos pasado antes, cuando llegue al lugar y ante la impaciencia de poder volver a ver aquel nuevo descubrimiento cual fue mi sorpresa , cuando al contrario de nuestra especulaciones en nuestra primera visita, habían vuelto a saquear aquel lugar. Los agujeros que días antes habíamos fotografiado eran más grandes y también había alguno nuevo, el montón de arena que supuestamente el agua había desprendido y era lo que había sacado a la luz nuestro yacimiento, digo supuestamente porque ya no estoy tan convencido, estaba todo removido y las marcas de soletazos eran evidentes, con un poco de decepción e intentando despreocuparme lo antes posible porque desgraciadamente se que estas cosas ocurren, me dispuse a fotografiar detalladamente todo lo que aquellos " enamorados de la historia" nos habían dejado para que nosotros pudiésemos comenzar nuestros estudios.
Y allí estaba, se mantenía en pié, aunque un poco mas dañada pero seguía en buen estado de conservación, ¿cloaca?, ¿tumba romana?, no sé. Terminé de tirar algunas fotos más y me encaminé hacia el otro lado del arroyo para poder volver a fotografiarlo desde lejos, desde allí se apreciaba mucho mejor la abertura en el terreno y su bóveda.
Me encamine hacia la cima de la Tablá por uno de los senderos que salen por el camino de alado del arroyo y siempre bordeando la cara oeste, cuando ya había subido un largo trecho empezaron a aparecer los primeros trozos de cerámica, de todos tamaños y colores, en ese momento pensé que me hubiese gustado tener a mano uno de esos aparatitos que tienen que estar ya inventados y no deben ser muy costosos, para poder datar aquellos trozos en un momento y que me hubiesen situado en la época rápidamente, trozos que luego más adelante comprobaría que minaban casi todo el territorio que empezaba a explorar, unos cuantos pasos mas adelante dos cosas llamaron mi atención, la primera el gran socavón que se apreciaba en ese lado del asentamiento el cuál estéticamente rompía aquella cara y que tras las últimas lluvias parecía haber aumentado su tamaño, me hubiese gustado subir y curiosear un poco pero ante la dificultad para llegar allí pensé en dejarlo para otro día así tendría motivos para volver (si es que no los había encontrado ya). El segundo era una pequeña montaña de piedras de mas o menos 20 o 25 cm todas redondas y con el mismo diámetro mas o menos, seguí avanzando y más montones dos, tres ,cuatro hasta 5 llegue a contar y en cada uno las piedras eran de diferente tamaño, (podrían ser restos de nuestra muralla?, ¿de alguna construción?,¿enterramientos?), no se pero me volvieron a parecer curiosos, fotografía al canto y proseguí.
Después de varios metros y seguir observando los trozos de cerámicas que no habían dejado de acompañarme en todo mi recorrido llegue a la mal afortunada fuente que da nombre a mi asociación, y realmente en aquel lugar me envolvía alguna sensación mágica que no puedo describir, pero comprendí porque le daba ese nombre y la creencia de que en tiempos inmemorable se acudiera allí para realizar algún culto o rito religioso. Después de observar los restos de tegulas, supuestamente también romanas que unos estudios anteriores nos habían revelado, me encaminé hacia el último trayecto que me llevaría hacia la supuesta entrada del gran asentamiento.
Y allí estaba delante de mi una gran rampa con unos 11.50 metros de diámetro ( todos estos dato me lo proporcionó ,la vista estudio que había realizado días anteriores con mis compañeros fuentesoleños), ascendí por ella y mi imaginación me volvió a situarme que estaba entrando en una gran fortaleza, la amplitud del terreno ,su llanura, la presencia de agua cercana la cantidad de restos de cerámica que me seguía acompañando, su gran situación defensiva, todo me indicaba , que impepinablemente en alguna época de nuestra historia aquel lugar había sido habitado por alguna civilización o civilizaciones. La bordeé y me dirigí hacia el lugar donde la lluvia nos habáa dejado al descubierto aquel tesoro, aquella lucerna de 2300 años (datada por el Seprona y el arqueólogo del museo de Carmona) que se mantenía en perfecto estado de conservación un eslabón mas para el aporte de signos de evidente población y termine sentado en su cara oeste por la que había bordeado un rato antes, desde allí llegue a observar el olivar que había iniciado mi aventura, y allí sentado empecé a reflexionar: cuantas gente antes que yo habían pasado por aquel paraje, cuántas culturas ya que las evidencias de pobladores habían sido constante en toda la excusión, y me inquietaba la necesidad urgente de una prospección arqueológica de aquel paraje, ya que yo solo en una mañana había encontrado suficientes motivos para ello. Después de fotografiar aquellas magnificas vistas y disfrutar una vez mas del magnífico paisaje que estaba delante de mi di por concluida mi excursión.
Blas Jiménez Sánchez.
Vicepresidente Asociación Cultural Fuente del Sol.
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