I PREMIO Iº CICLO SECUNDARIA DEL II CONCURSO ESCOLAR

EL NOVIAZGO DE MIS ABUELOS MATERNOS : CARMEN Y JOSÉ

Me cuentan que se conocieron un día soleado y en el cielo había un gran arco iris. Ella trabajaba en casa del alcalde del pueblo y el jefe de falanje de Sevilla, de lo que dice que está inmensamente agradecida porque en la guerra salvó a mucha gente y ese es Don Juan Manuel "el veterinario". Recuerda que un día al alcalde se le acercó un hombre de Parada y le dijo, ¿Por qué no matas a algunos paisanos tuyos?...Don Juan Manuel contestó, el verbo matar nunca estará en mi mente. El paraeño le gritó ¡cobarde!. Don Juan Manuel le dijo, si quieres toma la mia (arma) pero los matas tú, yo nunca. De la grande reacción que observó el paraeño de parte de Don Juan Manuel, éste se quedó atónito y con los ojos fuera de sus órbitas, dice que no daba credibilidad a lo que escuchó y el paraeño se fue acobardado.  

José (mi abuelo) permanecía en la plaza de abastos con unos "amigotes", que era el sitio más idóneo para conquistar a las guapas mujeres. Él dice de ella que era muy arisca y que le costó trabajo "echarle la pata". Más adelante se quedó sorprendido, porque la vio muy ilusionada y él se aprovechó de la situación y tardó tan sólo una semana en conquistarla de "verdad", me cuenta mi abuelo.

Su noviazgo fue de ocho años, de idas y venidas, de amor y odio, de risas y de llantos, de pasión y frialdad y de cariños que nunca salieron a la realidad. Se veían los domingos donde quedaban en la plaza, charlaban un ratito y él le acompañaba a la esquina de su calle. Mi abuela estuvo pensando durante siete días, si la dejaba en su puerta o no, ella al final se inclinó por el sí y ya tenía 20 años (mayoría de edad). Tras estos ocho años que no fueron fáciles -responden mutuamente, que no fueron capaces de hacerse ningún detalle porque no había muchas "perras"... Hasta que llegó el 2 de abril de 1959, a la ocho de la mañana, donde se dieron el sí quiero, en el Convento del Corphus Cristhi, por la gran advocación que tenían los dos hacía el Señor del Viso. La hora fue tan temprana, porque meses anteriores falleció su madre (bisabuela). Mi abuela optó por esa hora, porque así no la vería nadie, ni malas lenguas irían contando el acontecimiento. Llevaba atuendo rigurosamente negro, de luto.

Fue una ceremonia muy intima, pues ya que estaban los novios y dos testigos (una hermana de ella y un hermano de él). Su luna de miel fue muy ligera, ya que aprovecharon el enlance para visitar a mi titabuela Pura, que estaba en Lora del Río, puesto que su marido era guardia civil. Allí estuvieron dos noches, porque los "dineros" no le alcanzaban a más. También mi bisabuelo, por parte de mi abuela le dijo Carmen no vayas a tardar muchos días que aquí estaré esperándote. Así fue, ella regresó y lo vio sentado en el patio, en una silla de madera, construida por él, donde allí pasaba horas y horas. Se me ha olvidado una cosa, que después de casarse fueron de prisa a la capital a cobrar 3000 pesetas que daba el gobierno de Franco por los matrimonios y ya después pararon a tomar un poco de café.

Al cabo de tres meses, mi abuela queda en estado, eso fue para la famila una locura, ya que la madre hacía seis meses que se había marchado. Sin embargo, sus familiares la añoraban masivamente (les abandonó muy rápido). El 18 de febrero de 1960 nació José, el nombre fue preferido por mi abuelo, ya que supone el nacimiento de su primer varón. A los dos años da a luz a Alfonso, un 2 de febrero de 1962 y a los 13 meses está en el mundo, mi madre , Mª Carmen, el 12 de marzo de 1963. Este embarazo le vino por sorpresa, ya que creía que el vientre lo tenía hinchado tras nacer Alfonso. A los siete meses de gestación de mi madre, fue al doctor y le comentó los hechos y éste le dijo ¡traes una rosa! y ya pensaís ustedes la cara que se le puso a mi abuela. Mi abuelo dice que no reaccionaba tras escucharlo. Ya terminado todos los planes de tener más hijos llega el último a los dos años de mi madre. El benjamin de la saga de los "Serranos" dio grandes sustos a la familia, ya que mi abuela tenía la placenta previa, la pérdidas de hormonas del crecimiento e incluso se velaba por su vida. El crio estaba más sano que unas "manzana" pero ella tenía que permanecer hospitalizada. Una de las anécdotas que mi abuela me dicta es que se acercó a mi abuelo una enfermera y le dijo el niño toma mucho biberón y está en muy buen estado, el niño debe marcharse a casa. Mi abuelo contestó , el niño no se va del hospital sin su madre, con que dale menos biberón - con el fuerte carácter que tiene mi abuelo. La enfermera asintió la cabeza y se despidió sin rechistar. A Carmen, mi abuela, le dieron el alta médica al periodo de tiempo de dos meses. Enrique salio de la residencia Garcia Morato, en la actualidad Virgen del Rocío, bautizado, para cuando llegara al pueblo no hubiera mucho barullo.

Este fue el noviazgo de mis abuelos maternos, Carmen y José, un noviazgo de los de antes, de los antiguos de verdad...susurraban entre ellos. Me quedo con una frase que me resaltaba mi abuelo José "NO HABÍA GRANDES RIQUEZAS, PERO SÍ GRANDES MOMENTOS".

He aprendido escribiendo este relato que en la vida no hay que hacer detalles comprados , sino detalles pensados con vivencias, gestos, recuerdos de antaños, que no se quiere más porque se regale más, sino porque no haya barreras, ni escondites, traiciones, burlas, engaños...etc. Creo que mis abuelos son un ejemplo a seguir hoy en día ya qye las cosas han cambiado mucho. Hoy en día, la vida no es lo de antes, ha cambiado en muchos aspectos. Estoy orgullosa de tener los abuelos que tengo y de mi familia, ya que somos todos una piña, siempre os quiero tener tan unidos y que juntos seamos muy felices.

Es un año muy emotivo, porque hacen su cincuenta aniversario de casados, que hemos celebrado, pero no tan distantes como en su primer sí quiero.

 

 

María Jesús Roldán León, 2º ESO E. I.E.S. Profesor Juan Bautista