Blogia
ASOCIACIÓN CULTURAL FUENTE DEL SOL

LA IMAGEN DE SIMÓN DE CIRENE DE EL VISO DEL ALCOR

LA IMAGEN DE SIMÓN DE CIRENE DE EL VISO DEL ALCOR
  • Simón de Cirene

La imagen de Simón de Cirene acompaña al Nazareno cada Viernes Santo y le ayuda a cargar con la cruz. Es una imagen datada hacia 1670 que esta atribuida a Andrés Cansino pero no esta documentada, por lo que su autoría es más que discutida.

En el testamento de Andrés Cansino no se hace referencia a esta imagen, lo que llevó a pensar en dos teorías1:

1º.-El Cirineo iba en el mimo lote, por lo que no hizo falta hacer referencia alguna al mismo. Podemos hablar de un conjunto escultórico dada la armonía que se produce entre ambas figuras. El Cirineo, de menor tamaño que el Nazareno, no le hace sombra, el imaginero establece una jerarquía en función a la importancia que la imagen ha de jugar en el paso.

2º. El Cirineo se encargó a posteriori, una vez muerto el maestro. En este caso podemos pensar que la autoría hemos de atribuírsela a Ruíz Gijón, tal y como ocurre con el que elaboró para la Hermandad de las Tres Caídas de Sevilla.

Tradicionalmente también se ha dicho que esta obra pudo ser iniciada por Andrés Cansino y concluida por su discípulo Francisco Antonio Gijón tras la muerte de su maestro. Es una teoría convincente, puesto que en 1670 muere Cansino y en su taller trabaja como aprendiz el famoso Ruiz Gijón, que además hereda su taller, pero debemos de advertir una serie de factores que pueden determinar la autoría de la imagen del cirineo:

En primer lugar debemos señalar que Francisco Antonio Gijón2 no entró en el taller de Cansino hasta julio de 1669, pero la muerte repentina de Andrés Cansino en octubre del año siguiente provoca que tenga que completar su formación en el taller de Pedro Roldan hasta su nombramiento como maestro escultor en 1673. Llegados a ese punto, me atrevería a afirmar que Ruiz Gijón recibió una formación mínima de Cansino y que no podía tener la experiencia necesaria para concluir una imagen de cierto calibre como la de un Simón de Cirene.

Por aquellos años también estaba de aprendiz en el taller de Cansino, Luis Antonio de los Arcos, un escultor mediocre, cuya fama se debe a que fue el esposo de Luisa Ignacia Roldan, “La Roldana”. El aprendizaje de Luis Antonio de los Arcos comenzó en marzo de 1668 en el taller de Andrés Cansino y debía de prolongarse cuatro años, pero dos años después, en febrero de 1670 se cancela el contrato de aprendizaje por causas que se desconoce3. ¿Estaba Cansino ya enfermo?. Cuando en 1668 Luis Antonio de los Arcos entra en el taller de Cansino, éste contaba con 17 años, mientras que Ruiz Gijón, apenas había cumplido los 15.

En 1671, Luis Antonio de los Arcos, inicia ya su carrera independiente tras casarse con Luis Ignacia Roldan, mientras que Francisco Antonio Gijón, hereda el taller de Cansino, tras casarse con su viuda, pero tiene que completar su formación con Pedro Roldan y no será hasta 1673 cuando sea nombrado maestro escultor.

El hallazgo documental del contrato de aprendizaje de Luis Antonio de los Arcos con Andrés Cansino, ha llevado a pensar4 que Luis Antonio de los Arcos pudo formarse en un principio con Pedro Roldan, pero por causas desconocidas hasta el momento, tuvo que completar su formación con Cansino en 1668 y esta formación se mantuvo hasta la muerte de su maestro en 1670. Será el año siguiente, en 1671, cuando Luis Antonio de los Arcos supera el examen de capacitación y es nombrado maestro imaginero, por lo que comenzaba de esta manera su trayectoria artística. De esta forma cobra mas fuerza, una hipótesis que me atrevo a lanzar. Nuestro Cirineo es obra catalogada en 1669-1670, no antes puesto que el Nazareno aun no estaba pagado, por lo que es posible, que esta obra fuera iniciada por Cansino y finalizada por Luis Antonio de los Arcos tras la muerte del maestro y que no sepamos nada de su autoría, puesto que Luis Antonio de los Arcos no podía firmar contrato alguno, ya que aún no era maestro escultor.

En 1670, Luis Antonio de los Arcos ya tendría una formación suficiente como para abordar una obra de tales características, y no olvidemos la hipótesis expuesta anteriormente, en la que Luis Antonio de los Arcos pudo formase con Pedro Roldan, antes de 1668, año en el que entra en el taller de Cansino. Si esto es así, la posible mano de Luis Antonio de los Arcos, en la imagen de nuestro Cirineo es más que probable, puesto que la estética del marido de la Roldana, tiene algunos puntos en común con la estética de nuestro Cirineo. A pesar de esto, debemos analizar la imagen de nuestro Cirineo con cautela, puesto que se trata de una imagen inconclusa5, cuando comenzó el proceso de policromía. Esto llevo a pensar que la imagen fue iniciada por Cansino y finalizada por Ruiz Gijón, pero a raíz de la aparición de nuevos documentos que señala la formación de Luis Antonio de los Arcos con Andrés Cansino, ¿No podría ser éste el autor que concluyera nuestro Cirineo, ya que Luis Antonio de los Arcos tenía en 1670 mayor formación que Ruiz Gijón?

Esta teoría puede cobrar mas fuerza tras estudiar la estética de Luis Antonio de los Arcos, un escultor que hoy sabemos que estaba a la sombra de la Roldana pese a que él firmaba muchas de las obras que después realizaría su esposa. Pero este no es el caso, puesto que estamos hablando de 1670 y aun no habían contraído matrimonio. Como decíamos, la estética de Luis Antonio de los Arcos, concuerda hasta cierto punto con la del Cirineo de el Viso, ya que se mantiene su estilo rudo, parco y tosco. A pesar de ser una imagen inconclusa, las facciones del Cirineo son inexpresivas y arcaicas, coinciden, por ejemplo, con las facciones de los ladrones del paso de la Exaltación de la Hermandad de Santa Catalina de Sevilla, pese a ser imágenes realizadas hacia 1689. También coinciden en el corte de pelo, que prácticamente es el mismo que posee el ladrón Gestas. Sobre todo debemos señalar que estas imágenes coinciden en la técnica suelta y poco cuidada, a veces imperfecta, así como en la forma de tallar las vestiduras y paños, que tanto en el Cirineo, como en los ladrones de Santa Catalina, son muy acartonadas, con grandes pliegues (de ahí el juego de volúmenes) y absolutamente nada detallista.

Con los datos aportados y las similitudes estéticas entre nuestro Cirineo y algunas de las obras de Luis Antonio de los Arcos (con pocas obras ya que aunque él firmara las imágenes, su esposa Luisa Ignacia Roldan se encargaba de ejecutarlas o al menos intervenía en gran parte del proceso, como podría ser también en el caso de los Ladrones de la Hermandad de Santa Catalina de Sevilla), podemos intuir quizás la mano de este escultor en la talla del Simón de Cirene que ayuda al Nazareno de Andrés Cansino a portar la cruz cada mañana de Viernes Santo.

Tradicionalmente se ha comparado nuestra imagen del Cirineo con el Simón de Cirene de la Hermandad de San Isidoro de Sevilla, para afirmar de qué se tratan de imágenes del mismo autor. Pero esto no es así: sin duda alguna la imagen de nuestro Cirineo es el precedente directo para la imagen que Ruiz Gijón realizara en 1687 para la cofradía sevillana de los Cocheros; ambas visten anacrónicamente6 con botas altas y pantalones cortos que se arremangan al igual que la camisa blanca, sobre la cual luce una chaquetilla verde, sin embargo difieren en las dimensiones (menores en nuestro caso) y en los rostros (muy tosco en el caso de nuestro cirineo y más realista y expresivo en el sevillano, que permite entablar una comunicación con el espectador). El Cirineo de San Isidoro presenta mayor complejidad en el plegado de los vestidos, los cuales están más acartonados en el caso del Cirineo visueño y como particularidad, ambas imágenes lucen en la cintura un cinturón con una especie de bolso, un rasgo anecdótico que unen a las dos imágenes. Este rasgo es muy común en representaciones pictóricas y litográficas de Simón de Cirene.

1 Ambas teorías están tomadas de CAMPILLO DE LOS SANTOS, José Ángel: “Andrés Cansino: un imaginero desconocido. Homenaje en el 375 aniversario de su nacimiento” en http://fuentedelsol.blogia.com, mayo, 2011.

2 Para saber más sobre la formación de Francisco Antonio Gijón, véase CUÉLLAR CONTRERAS, Francisco de Paula. “Carta de aprendizaje del maestro escultor Francisco A. Gijón. Año 1669”. En Homenaje al Profesor Dr. Hernández Díaz. T. I. Cádiz, 1982. Para conocer la vida y obra de Ruiz Gijón, véase HERNÁNDEZ DÍAZ, José: Notas para un estudio biográfico-crítico del escultor Francisco Antonio Gijón. Sevilla, 1950.

3 GARCÍA ROSEL, Carmen y TORREJÓN DÍAZ, Antonio: “El aprendizaje de Luis Antonio de los Arcos con el Escultor Andrés Cansino” en Boletín de las Cofradías de Sevilla, nº 574, Sevilla, 2006, pp. 816-817.

4 Según señala GARCÍA ROSEL, Carmen y TORREJÓN DÍAZ, Antonio: “El aprendizaje de Luis Antonio de los Arcos con el Escultor Andrés Cansino” en Boletín de las Cofradías de Sevilla, nº 574, Sevilla, 2006. Pp. 816-817. Los autores expresado suponen que el aprendizaje de Luis Antonio de los Arcos pudo comenzar en un principio en el taller de Pedro Roldan o al contrario, algo menos probable porque meses después de la muerte de Cansino, Luis Antonio de los Arcos es nombrado maestro escultor tras casarse con la Roldana, quien en su expediente matrimonial señala la formación artística de su marido con el padre de luisa Roldan, Pedro Roldan.

5 La imagen se hallaba aun en el proceso técnico de definición de la forma, es decir su autor aun no babia concluido en trabajo con las gubias, cuando la imagen repentinamente fue policromada.

6 MARTÍN ROLDAN, Ángel y VALDAYO JEREZ, Manuel: José de Arce, Andrés Cansino y Francisco A. Gijón: vida y obra en Sevilla. Trabajo universitario supervisado por el profesor Don Teodoro Falcón, Sevilla, 2006.

 

¿A que se deben todas estas coincidencias? Es más que probable que Ruiz Gijón contemplara esta imagen en el taller de Cansino, pero ciertamente no debemos de pasar por alto una cuestión fundamental: la muerte de Cansino provocó que Ruiz Gijón heredara su taller, en el cual existirían multitud de dibujos y grabados que procedían del taller de José de Arce y que eran fuentes fundamentales a la hora de componer una obra de arte. Sabemos que Arce tenía multitud de grabados como los de F. Zuccaro, B. Rabi, Kiliam, Merian o Durero1 y que seguramente fueron un referente para Cansino a la hora de realizar la imagen de nuestro Cirineo.

Similares representaciones de Simón de Cirene la podemos encontrar en la pintura, con el caso del Camino del Calvario de Valdés Leal, que se conserva en el Museo del Prado. Indudablemente el pintor utiliza un mismo modelo iconográfico, que también utilizaban los escultores, que pudo contemplar en las obras que estamos exponiendo este trabajo y que seguramente todos estos artistas tuvieron como referente las estampas y grabados italianos, flamencos o alemanes, como por ejemplo los de Hans Schäufelein, que circulaban en aquellas décadas por la cosmopolita ciudad de Sevilla.

La imagen fue restaurada entre 1975 y 1976 por don Francisco Peláez del Espino en el Instituto de Restauración y Conservación de Monumentos de la dirección general de bellas Artes del Ministerio de Cultura, en los Reales Alcázares de Sevilla. En esa restauración se sustituyó la peana. La imagen precisa de una restauración en profundidad que le devuelva el esplendor perdido y recupere su policromía original.

Quizás los más destacado es que esta imagen marca el punto de partida de la iconografía del Cirineo en la escultura sevillana, aunque como hemos podido comprobar no es ajena a otras representaciones artísticas (grabados y pinturas) de este personaje secundario de la Pasión.

 

 

1 MARTÍN ROLDAN, Ángel y VALDAYO JEREZ, Manuel: José de Arce, Andrés Cansino y Francisco A. Gijón: vida y obra en Sevilla. Trabajo universitario supervisado por el profesor Don Teodoro Falcón, Sevilla, 2006.

 

                                                                        ÁNGEL MARTÍN ROLDÁN

"LA IMAGINERÍA PROCESIONALDE LA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO". IIª PARTE PONENCIA EN LAS II JORNADAS DE Hª DE LA ASOC. CULTURAL FUENTE DEL SOL:"LA IMAGINERÍA EN LOS ALCORES: EL VISO Y MAIRENA"

0 comentarios