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ASOCIACIÓN CULTURAL FUENTE DEL SOL

LA TORRE DEL RELOJ, LA INMACULADA Y LA AMPLIACIÓN DEL TÉRMINO MUNICIPAL.

LA TORRE DEL RELOJ, LA INMACULADA Y LA AMPLIACIÓN DEL TÉRMINO MUNICIPAL.

Entrados ya en el último mes del calendario, nos acercamos sin prisa, pero sin pausa, a una de las fiestas más tradicionales y familiares del año: la Navidad.

En nuestro pueblo, esta entrañable celebración  arranca con las “hogueritas” la víspera del 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada y día grande para la iglesia católica que celebra uno de sus dogmas, el de la Inmaculada Concepción de María.

El dogma de la Inmaculada Concepción de María fue promulgado el 8 de diciembre de 1854 mediante la bula  “Ineffabilis Deus”. A pesar de ello, desde comienzos del siglo XVII, la ciudad de Sevilla se convirtió en la defensora a ultranza del dogma inmaculadista.

Para conmemorar el centenario del dogma, se colocó en la fachada principal del que fue nuestro antiguo Ayuntamiento (hoy en estado ruinoso), un retablo cerámico con la imagen de la Inmaculada. Muy posiblemente sea éste el único elemento que está en buen estado en el viejo consistorio que presenta un grave estado de deterioro,  fruto de la  desidia de  un Ayuntamiento que contempla, impasible, la ruina de un edificio de los años treinta del pasado siglo, que conserva una torre que fue inaugurada en 1846, tal y como reza en una modesta lápida de color gris que se colocó en el costado de la torre, justo donde da comienzo la calle Real.

En dicha lápida podemos leer el siguiente texto:              

 

   EN EL REINADO DE ISABEL 2ª/

SIENDO JEFE SUPERIOR/

POLÍTICO DE ESTA PROVINCIA/

EL SR D. MELCHOR ORDOÑEZ/

Y PRESIDENTE DEL AYUNTAMIENTO/

CONSTITUCIONAL DE ESTA VILLA/

D. DOMINGO GARCÍA TEJADA/AÑO DE 1.846.

 

Es importante que nos paremos, aunque solo sea un momento, en el texto de la lápida. En ella se menciona al Jefe Superior Político de la Provincia, D. Melchor Ordóñez que fue invitado a tal acontecimiento, porque en dicha visita se trataron temas muy importantes. Hemos de remontarnos al 15 de marzo de 1846. Este día, en sesión plenaria a la que asistieron Don Tiburcio Torres, Don Rodrigo de León, Don José García y García, Don Juan Alonso Jiménez López, don José León Jiménez, don José León Borreguero, Don José Morillo Conde, Don Sebastián Jiménez López y Don José Vergara Roldán, como mayores contribuyentes, “se acordó establecer el servicio del reloj público sobre una torre”. Dado que no había en la localidad una para tal menester, salvo la de la iglesia, se requirió al maestro alarife Don Manuel Arias para que realizara el respectivo proyecto y presupuesto de las obras.

El proyecto y la obra se llevó a cabo con gran celeridad, puesto que el 5 de julio se autorizó a los regidores Don José León León y don Juan López Sánchez para la adquisición de materiales. La torre se inauguró días después, el 11 de julio, con la presencia de las más altas autoridades de la provincia, tal es el caso del Jefe Superior (cargo que después sería el de Gobernador Civil) que ,en la antesala de la inauguración, y ante la exposición que se le haría sobre el escaso término municipal que gozábamos, ordenó al Ayuntamiento a que presentara  “una razonada exposición a S.M suplicándole se sirviese dar más ampliación al mismo”.

Sabemos que no fue esta la primera vez, pues en 1789 se midió el término con las mismas pretensiones. A pesar de ello, ni en esta fecha,  ni en 1846 tuvimos buena fortuna, pues en 1863 se intenta de nuevo, pues tenemos constancia que el 8 de febrero, en sesión plenaria se acordó invitar al Ayuntamiento de Carmona para proceder al deslinde del término desde los Alcores hasta la vereda del Bailador. Para tal misión se nombró una comisión formada por los siguientes ediles:

-         Don Platón Jiménez León

-         Don José Martínez

-         Don Federico (Jiménez?)

A ellos se les unirían Don Ramón Jiménez Cadenas, Don Isaías Jiménez y Don Juan María Mateos.

La comisión debía reunirse el 12 de febrero con la formada, para tal misión,  en el Ayuntamiento de Carmona No nos consta el lugar en el que se celebró dicha reunión, si es que llegó a celebrarse. Lo que si nos consta es el objeto de dicha reunión:  proceder al señalamiento de la hijuela que había de dividir ambos términos.

Volviendo a la torre, y en concreto al reloj, hemos de decir que su máquina costó  4.400 reales; la campana, de 30 arrobas, 2.265 reales y la veleta 110 reales.

 

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